los valores humanos
1. Amistad: la amistad es un valor universal: necesitamos tener en quien
confiar, a quien llamar cuando tenemos problemas y también con quien compartir
actividades como ver una película, disfrutar de un parque, etc.
2.
Lealtad: La
lealtad es un valor, pues quien es traidor, se queda solo. Necesitamos ser
leales con aquellos que nos han ayudado: ese amigo que nos defendió, el país
que nos acoge como patria, esa empresa que nos da trabajo. La lealtad implica
defender a quien nos ha ayudado, en otras palabras “sacar la cara”.
3.
Sinceridad: La
sinceridad es un valor que caracteriza a las personas por su actitud
congruente, que mantienen en todo momento, basada en la veracidad de sus
palabras y acciones.
4.
Perdón: Debemos
saber que los resentimientos nos impiden vivir plenamente, quizás un acto que
provenga del corazón puede cambiar nuestras vidas y la de aquellos que nos
rodean. Así, es necesario pasar por alto los detalles pequeños que nos
incomodan, para alcanzar la alegría en el trato cotidiano en la familia, la
escuela o la oficina.
5.
Amor: La fuerza
de la unión y la armonía que nos permite sentirnos seguros de nosotros mismos
entre una gran cantidad de sensaciones más que nos despierta. Hay que aclarar
que no es exclusivo para el amor hacia una pareja, sino que aquí se integra el
amor en el sentido más amplio de la palabra.
6.
Humildad: Una
personalidad sencilla a veces puede pasar inicialmente desapercibida, pero su
fortaleza interior y su encanto es mucho más profundo y perdurable.
7.
Sociabilidad: La
sociabilidad es el valor que nos impulsa a buscar y cultivar las relaciones con
las personas compaginando los mutuos intereses e ideas para encaminarlos hacia
un fin común, independientemente de las circunstancias personales que a cada
uno rodean.
8.
Coherencia: Coherencia
es la correcta conducta que debemos mantener en todo momento, basada en los
principios familiares, sociales y religiosos aprendidos a lo largo de nuestra
vida.
9.
Respeto a mis semejantes: Respeto implica marcar los límites de las posibilidades de hacer o no
hacer de cada uno y donde comienzan las posibilidades de acción los demás. Es
la base de la convivencia en sociedad.
10.
Prudencia: Podríamos
definirla en palabras justas como una virtud, la cual nos ayuda a actuar frente
a las situaciones diarias de la vida, con mayor conciencia. Gracias a ella,
nuestra personalidad concordará con alguien decisivo, emprender, comprensivo y
conservador. Es decir, la prudencia pasa inadvertida ante nuestros ojos, ya que
es muy discreta.
11.
Autodominio: Es una
actitud que nos estimula a cambiar positivamente nuestra personalidad. Esto se
debe a que uno puede controlar los impulsos de nuestro carácter y la tendencia
a la comodidad mediante la voluntad.
12.
Sacrificio: El
valor del sacrificio es aquel esfuerzo extraordinario para alcanzar un
beneficio mayor, venciendo los propios gustos, intereses y comodidad.
13.
Desprendimiento: Es un
valor, cuya función principal es enseñarnos a utilizar correctamente nuestros
bienes y recursos evitando apegarse a ellos, los cuales muchas veces pueden
llegar a estar al servicio de los demás. El desprendimiento definitivamente,
nos educará para no girar en torno de las cosas materiales y pongamos el
corazón en las personas.
14.
Optimismo: Una
persona optimista, se caracteriza por poseer ciertas cualidades que hacen a
este valor, tales como el entusiasmo, el dinamismo, el emprendimiento ante
determinadas circunstancias y por sobre todas las cosas, siempre vive de los
hechos, es decir con los pies bien en el suelo.
15.
Superación: Es una
acción que requiere inmediatez, planeación, esfuerzo y trabajo permanente. Por
lo que simplemente el tiempo, el deseo y la propia estimulación, no llegan a un
buen puerto.
16.
Comprensión: La
comprensión es la actitud tolerante para encontrar como justificados y
naturales los actos o sentimientos de otro.
17.
Trabajo y Laboriosidad: Una persona con estos valores tiene como características hacer con
cuidado y esmero las tareas, labores y deberes, tiene especial dedicación para
realizar cualquier actividad o trabajo con la mayor perfección posible y
concluirlas en el tiempo previsto, hacer cosas que beneficien a los demás en su
persona o sus bienes, organizar el tiempo para mantener un equilibrio entre el
descanso y la actividad, evitando el ocio y la pereza, etc.
18.
Sobriedad: Es el
valor que nos enseña a administrar nuestro tiempo y recursos, moderando
nuestros gustos y caprichos para construir una verdadera personalidad.
El valor de la sobriedad nos
ayuda a darle a las cosas su justo valor y a manejar adecuadamente nuestros
apetitos, estableciendo en todo momento un límite entre lo razonable y lo
inmoderado.
19.
Carácter: El
tener carácter implica una decisión firme y una férrea voluntad para proponernos
objetivos y alcanzarlos en la medida de nuestras posibilidades, el cultivo de
los buenos hábitos, la actitud positiva hacia el trabajo y el esfuerzo por
dominar a nuestros impulsos y al egoísmo.
20.
Prudencia: La
prudencia es el valor que nos ayuda o reflexionar y a considerar los efectos
que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un
actuar correcto en cualquier circunstancia.
21.
Magnanimidad: El
valor que nos hace dar más allá de lo que se considera normal, para ser cada
día mejores sin temor a la adversidad o a los inconvenientes.
22.
Objetividad: La
objetividad es el valor de ver el mundo como es, y no como queremos que sea.
23.
Honestidad: Es
aquella cualidad humana por la que la persona se determina a elegir actuar
siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia (dando a cada quien lo
que le corresponde, incluida ella misma).
24.
Puntualidad: El
valor que se construye por el esfuerzo de estar a tiempo en el lugar adecuado.
25.
Responsabilidad: La
responsabilidad es una obligación, ya sea moral o incluso legal de cumplir con
lo que se ha comprometido.
26.
Familia: El valor
nace y se desarrolla cuando cada uno de sus miembros asume con responsabilidad
y alegría el papel que le ha tocado desempeñar en la familia, procurando el
bienestar, desarrollo y felicidad de todos los demás.
27.
Decencia: Constituye
aquel valor que nos hace conscientes de la propia dignidad humana, a través de
los sentidos, la imaginación y hasta el propio cuerpo son resguardados de la
morbosidad y al uso promiscuo de la sexualidad.
28.
Aprender: Aprender
supone una búsqueda cotidiana y permanente de conocimientos incorporados a
través del estudio, la reflexión de las experiencias vividas y la realidad.
29.
Docilidad: Se define
como aquel valor que nos hace conscientes de la necesidad de recibir dirección
y ayuda en todos los aspectos de nuestra vida.
30.
Sensibilidad: El valor
de la sensibilidad reside en la capacidad que tenemos los seres humanos para
percibir y comprender el estado de ánimo, el modo de ser y de actuar de las
personas, así como la naturaleza de las circunstancias y los ambientes, para
actuar correctamente en beneficio de los demás.
31.
Crítica constructiva: Se puede definir como todo aquel discernimiento que solemos realizar,
con el objetivo de ayudar a los demás. Se la considera como una actitud madura,
responsable y llena de respeto hacia quienes esta dirigida.
32.
Comunicación: El
valor de la comunicación nos ayuda a intercambiar de forma efectiva pensamientos,
ideas y sentimientos con las personas que nos rodean, en un ambiente de
cordialidad y buscando el enriquecimiento personal de ambas partes.
33.
Voluntad humana: Los
seres humanos poseen una capacidad que los mueve a realizar cosas de manera
intencionada, por encima de las dificultades o contratiempos de las
mismas.
34.
Compasión: La
compasión supone una manera de sentir y compartir, participando de los
tropiezos materiales, personales y espirituales que atraviesan los demás, con
el interés y la decisión de emprender acciones que les faciliten y los ayuden a
superar estos problemas.
35.
Vocación de Servicio: Servir
implica ayudar a alguien de una forma espontánea, es decir adoptar una actitud
permanente de colaboración hacia los demás.
36.
Paciencia: Definir a
la paciencia como el valor que nos hace como personas: tolerar, comprender,
padecer y soportar los contratiempos y las advertencias con fortaleza y por
ende sin lamentos; esto es posible porque uno aprende a actuar acorde a cada
circunstancia, moderando las palabras y la conducta en esos momentos.
37.
Sencillez: Quienes
poseen una fortaleza interior y un encanto penetrante y perpetuo, son seres de
personalidad sencilla. La sencillez nos enseña a saber quienes somos en la vida
y lo que podemos llegar a ser en ella.
38.
Alegría: Se
puede definir a la alegría como algo simple cuya fuente más grande y profunda
es el amor. Sin embargo, no es tan sencilla como parece. La alegría es un gozo
del espíritu. Nosotros somos seres que experimentamos diferentes sensaciones,
el dolor, el sufrimiento, pero también las emociones opuestas a estas, el
bienestar y la felicidad.
39.
Gratitud: Muchas
veces se estima que de todos los sentimientos humanos, el más efímero es la
gratitud. Quizás haya algo de cierto en esta aseveración. Ya que el saber
agradecer es un valor en el que pocas veces se piensa.
40.
Empatía: La
empatía supone un esfuerzo, aquel que realizamos para reconocer y comprender
los sentimientos y actitudes de las personas, así como las circunstancias que
los afectan en un momento determinado.
41.
Bondad: Que se
entiende como el valor supremo de la conducta humana. Gandhi es en este
sentido, el ejemplo más claro que podemos encontrar a lo largo de toda la
historia.
42.
Solidaridad: La
cooperación para con otras personas es clave para que todos juntos podamos
lograr los objetivos y mejorar día a día.
43.
Libertad: Uno
de los “tesoros” que no podemos perder los seres humanos, poder decidir por
nosotros mismos, tener la posibilidad de optar en todos los aspectos de nuestra
vida.
44.
Tolerancia: Tener la
capacidad de escuchar a los demás y respetar sus opiniones.
45.
Paz: Que
nos garantiza la armonía a todos los seres humanos.
46.
Compromiso: Comprometerse
va más allá de cumplir con una obligación, es poner en juego nuestras
capacidades para sacar adelante todo aquello que se nos ha confiado.
47.
Autodominio: Este
valor nos ayuda a controlar los impulsos de nuestro carácter y nos estimula a
afrontar con serenidad los contratiempos y a tener paciencia y comprensión en
las relaciones personales.
48.
Fuerza de la bondad: Es
la fortaleza que tiene quien sabe controlar su carácter, sus pasiones y sus
arranques, para convertirlos en mansedumbre.
49.
Pulcritud: El
vivir el valor de la pulcritud nos abre las puertas, nos permite ser más
ordenados y brinda en quienes nos rodean una sensación de bienestar, pero sobre
todo, de buen ejemplo.
50.
Equidad: Es un
valor de connotación social que se deriva de lo entendido también como
igualdad. Se trata de la constante búsqueda de la justicia social, la que
asegura a todas las personas condiciones de vida y de trabajo dignas e
igualitarias, sin hacer diferencias entre unos y otros a partir de la condición
social, sexual o de género, entre otras.